Bienvenidos al Catálogo Maestro de la Red de Bibliotecas Públicas de Cali

Imagen de portada de Amazon
Imagen de Amazon.com

Todos los rios son el mismo mar / Fernando Soto Aparicio

Por: Tipo de material: TextoTextoSeries Vestido RojoDetalles de publicación: Bogotá : Editorial La Serpiente Emplumada, 2007.Descripción: 225 páginasISBN:
  • 9789589815113
Tema(s): Clasificación CDD:
  • Co863 S67t
Contenidos:
Dos pieles que se encuentran para fundirse. - Como un rotundo triunfo de la vida. - Barca sin pasajero y sin destino. - El alfabeto de los dioses. - Una persistente gota de luz. - La vida está hecha para brillar un solo instante. - Los resplandores del amanecer entre tus ojos. - Se abría para mi sed de hombre como un manantial. - Tuve la premonición de que nuestros días estaban contados. - Volví a encontrar en tus ojos ese infinito mundo de ternura. - La iglesia también crucifica otros Cristos. - Resulto tan inútil como la luz si no ilumina nada. - Una especie de asimetría armoniosa. - María Magdalena y las otras mujeres de Jesucristo. - Me vi dos veces desnuda en el fondo de tus ojos. - Antes de que la vida muera la matamos. - Fresquita como un animal recién nacido. - Estoy viviendo la vida de la muerte. - El río desbocado no era indomable. - La boca me despierta la sensación de un cuerpo. - El amor no solicita permiso. - Me di cuenta de que estaba cabalgando a mi madre. - Una casa enorme de la que todos han huido. - Me he sentido tan tuya como nunca. - Buscaríamos un sendero entre los árboles. - Soy apenas la luz intermitente de una luciérnaga. - El espíritu del hombre es una llama. - Antes de que la noche borre los paisajes. - Subir al cielo sin tocar la tierra. - Sembrar un árbol implica un compromiso. - Sus hijos deben sufrir para merecerlo. - Una nube en el comienzo de la madrugada. - El señor del confesonario no perdona. - El dolor es una obligación del hombre. - Nosotros construimos el infierno. - El cielo palpitante del orgasmo. - Oye la voz de tu corazón. - Su rostro es un hermoso poema a la alegría. - No hay en mí el menor asomo de remordimiento. - Este tiempo de amarte ha sido el más intenso de mi vida. - Te llamo para que me des valor. - No deberíamos condenarla sino bendecirla. - No hay medida para la impaciencia. - Me gustaría que pudieras abrir los ojos y mirarme. - Todas las vidas son la misma muerte
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Colección Signatura Copia número Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Libros Libros BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL DEL CENTENARIO Sala general Co863 S67t (Navegar estantería(Abre debajo)) Ej. 1 Disponible 274544

Incluye nota biográfica del autor

Dos pieles que se encuentran para fundirse. - Como un rotundo triunfo de la vida. - Barca sin pasajero y sin destino. - El alfabeto de los dioses. - Una persistente gota de luz. - La vida está hecha para brillar un solo instante. - Los resplandores del amanecer entre tus ojos. - Se abría para mi sed de hombre como un manantial. - Tuve la premonición de que nuestros días estaban contados. - Volví a encontrar en tus ojos ese infinito mundo de ternura. - La iglesia también crucifica otros Cristos. - Resulto tan inútil como la luz si no ilumina nada. - Una especie de asimetría armoniosa. - María Magdalena y las otras mujeres de Jesucristo. - Me vi dos veces desnuda en el fondo de tus ojos. - Antes de que la vida muera la matamos. - Fresquita como un animal recién nacido. - Estoy viviendo la vida de la muerte. - El río desbocado no era indomable. - La boca me despierta la sensación de un cuerpo. - El amor no solicita permiso. - Me di cuenta de que estaba cabalgando a mi madre. - Una casa enorme de la que todos han huido. - Me he sentido tan tuya como nunca. - Buscaríamos un sendero entre los árboles. - Soy apenas la luz intermitente de una luciérnaga. - El espíritu del hombre es una llama. - Antes de que la noche borre los paisajes. - Subir al cielo sin tocar la tierra. - Sembrar un árbol implica un compromiso. - Sus hijos deben sufrir para merecerlo. - Una nube en el comienzo de la madrugada. - El señor del confesonario no perdona. - El dolor es una obligación del hombre. - Nosotros construimos el infierno. - El cielo palpitante del orgasmo. - Oye la voz de tu corazón. - Su rostro es un hermoso poema a la alegría. - No hay en mí el menor asomo de remordimiento. - Este tiempo de amarte ha sido el más intenso de mi vida. - Te llamo para que me des valor. - No deberíamos condenarla sino bendecirla. - No hay medida para la impaciencia. - Me gustaría que pudieras abrir los ojos y mirarme. - Todas las vidas son la misma muerte

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.


Logo FC Catálogo bibligráfico de la Red de Bibliotecas Públicas de Cali 
Secretaría de Cultura - Alcaldía de Santiago de Cali 
Logo SeC
 

Con tecnología Koha