María : novela colombiana / Jorge Isaacs
Idioma: Español Detalles de publicación: Medellín : Bedout, 1961Descripción: xxx, 320 páginas ; ilustraciones ; 22 cmTema(s): Clasificación CDD:- 863.3
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Copia número | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libros | Biblioteca Pública Municipal Central Didáctica La Casona | Sala El Ferrocarril - Libros escritos por autores del Valle del Cauca y libros sobre el Valle del Cauca | CV 863 I71ma (Navegar estantería(Abre debajo)) | Ej. 1 | Disponible | 539988 |
Contenido: Una introducción, de Luis Carlos Velasco Madriñán. - Juicio crítico, de José María Vergara y Vergara. - Jorge Isaacs y sus obras, de Luciano Rivera y Garrido. - Memorias y conceptos. - Breve noticia biográfica. - Capítulos.: María esperó humildemente su turno... - Estaba mudo ante tanta belleza. - ¡Qué dulce era su acento! -Los azahares llenaron mi estancia. -"Amito mío, ya no te veré más. - La luz nueva que sorprendí en sus ojos. - Mi madre la cubrió de caricias... Écheme en cara ese orgullo que me había ofuscado. El peregil, la manzanilla, el poleo... mezclaban sus aromas. - Era que veía el Edén, pero faltaba ella... - María, eran para ti. - Manos hechas para oprimir frentes como la de Byron. - El fuego poético, don del cielo que hace admirables a los hombres. - Los ojos como heridos por una luz intensa. - En medio de aquella naturaleza sollozante... - Responde tú ahora, meditando lo que vas a decir... - Tu conducta es cruel para con nosotros. - Mírate al espejo y dime... - Guacamayas escondidas en los follajes charlaban a media voz. - En su sonrisa había tal dulzura... - Servíame de arrullo el rumor del río. - Entraron los recuerdos de nuestra vida... - Levantados los manteles, se hizo la oración de costumbre. - Manos blancas y perfumadas como las rosas de Castilla. - Atravesó con paso leve y casi infantil... - Emma y María se aproximaron tímidamente. -- ¿Qué se han hecho las flores? - Los bejucos florecidos que se bañaban en la espuma. - En días como aquel, María me esperaba. - Hoy no será como ayer... - El mundo, como Adán pudo verlo en la primera mañana. -- No hagas caso, judía... - Estaba la noche serena y silenciosa. - ¿Qué afán de ir tan aprisa? - Mejor no hubiera sido no estar contenta. - Entonces ¿Qué significa ese delirio? - La contemplaba, poseído de una ternura inmensa. -Descendí a las anclas vegas del río... - La bóveda del cielo se arqueaba sobre aquellas cumbres sin nombre. - Nay selló con los suyos los labios de Magnahú. - ¿Sabes tú quién hizo las montañas? - ¿Dónde está Sinar que no viene con nosotros? - Llévame contigo. Yo seré tu esclava... - Hacia una hora que había anochecido. - Cada azucena que nazca será un castigo. - Las ondinas... cuando se bañan en los remansos. - Temblorosa se apoyó en uno de mis brazos. - Agua a mano para la huerta. - ¡Malaya!... Que yo era blanca... - Nunca te habías enojado. - Ella se puso a sollozar... - ¡Mañana!... ¡Ya solamente mañana! - Sobre los montes, limpios y azules. "Todo está como lo dejaste..." - Vente -me decía- Ven pronto. - La noticia de tu regreso ha bastado. - "Se no hunde ya la luna - Rema, rema". - Oíase a lo lejos el canto del pauji.. - El Dagua, lujoso con la luz que lo bañaba. - La tarde se apagaba cuando doblé las montañuelas. - El nombre que débilmente pronunciaba. - Hija mía, Dios viene a visitarte. - Su espíritu debía estar esperándome. - Frondosos naranjos, gentiles y verdes sauces. - Partí a galope por en medio de la pampa solitaria. - Una preciosa herencia, de Carlos E. Restrepo. - Definición de los más notables provincialismos.
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