Incluye nota biográfica

La primera ciudad que recuerdo Sólo entonces aparté la vista de mi pasado Aparecieron un día en las planicies amarillas No se sabe quién va más extraviado Si he aceptado contar otra vez cómo fue nuestro viaje Vas tras una ciudad imponente y encuentras una tumba Para entender la caída de los Incas Nunca habían sentido aquellos montes Orellana, casi sin luchar, se convirtió por su llegada oportuna Cuando el capitán Pizarro enloqueció A esa altura el río ya tenía unas cien varas Si algo estaba lejos de nuestra intención Esta vez los sonidos eran tan indudables Estábamos cerca de la desembocadura del río Yavary Un día decidimos explorar de nuevo la orilla Luchamos con tanta energía y resistimos con tanta fiereza Orellana hacía esfuerzos por obtener del indio Casi tan duro como mi viaje de diez meses De viaje rumbo a España, yo me sentía. Pocos saben que el primer lugar de Europa Cuatro años más vivió Pietro Bembo Hace apenas diez meses el marqués de Cañete Hay días en que vuelvo a recordar el país de la canela Nota del editor